Cuando muchos de nosotros nos metimos en el proceso de adopción , en teoría sabíamos a lo
que nos íbamos a enfrentar, digo en teoría porque muchos éramos primerizos, era algo nuevo, aunque algunos de
nosotros tuviéramos amigos o conocidos que ya habían adoptado; pero de todas
formas ya se encargaban los trabajadores sociales y psicólogos de recordarnos lo que teníamos por delante, con dos palabras
fundamentales: TIEMPO Y PACIENCIA, éstas no se cuantas veces las he escuchado, y cuántas
otras han salido de mi boca comentándolo con algún amigo.
Cuando lo hacemos de paciencia, es la capacidad de sufrir y
tolerar las adversidades de la vida con valor, y la de esperar con tranquilidad
una cosa que tarda.
Siempre he alardeado de ser paciente,de no tener prisa por
nada, de esperar a que las cosas pasen
cuando tengan que pasar; pero ahora no, interiormente deseo que el tiempo pase mas deprisa, que en
cuanto antes recibamos esa llamada,en la cual
que nos diga en una semana tenéis que salir a buscar a vuestro hijo, es
decir del regalo mas grande que uno puede recibir.
Estoy ansioso por
tenerte en mis brazos, por disfrutar cada minuto de mi vida contigo y con tu
mami, por completar la historia que un dia empezamos tu mami y yo.
Quisiera que el tiempo pasase mas deprisa, que los dias se
fueran tachando del calendario solos, sin darme cuenta, en fin de algo que es
imposible conseguir.
Se que no soy el único que tiene la sensación de que el
tiempo pasa muy despacio, de que cuando deseas algo con tantas ganas parezca
que no corre el tiempo, pero bueno mientras tengamos estos espacios para
describir como nos sentimos y desahogarnos, esta sensaciones se apaciguan un
poco, no del todo esta claro, pero
calman.
En fin solo nos queda esperar y esperar esa llamada tan
importante para muchos de nosotros, y dejar que el TIEMPO Y LA PACIENCIA no puedan con
nosotros.